sábado, 11 de agosto de 2018

Vivir entre Torturas...!

Por Iraida Villasmil

Cuando empiezo a escribir este artículo, me encuentro en lo que he considerado la tortura primaria que sufre el colectivo zuliano a diario de aprender a vivir sin luz... 

Hoy el puente Rafael Urdaneta, icono de este Estado, atraviesa también su propia tortura existencial, al tener que soportar un incendio insólito causado por la incompetencia y la incapacidad advertida de una Corpolec que se tragó el bienestar que en otrora tiempo nos propició Enelven, y que no era otro que el placer de vivir 24 horas con energía eléctrica.

Nunca creí que cuando veía esas películas al estilo de la famosa Lista de Schindler de Steven Spilberg, podría yo imaginar en la modernidad de este siglo que los venezolanos tendríamos que aprender a vivir nuestras propias torturas existenciales, donde la escasez de lo más elemental se convertiría en parte de nuestra propia cotidianidad, porque es que hasta cepillarse los dientes o poder darse un baño con un oloroso jabón y un buen chorro de agua, es un placer que ya pocos pueden disfrutar en este país.

La tortura de vivir sin servicios básicos y entre el mugre, la muerte por falta de medicamentos y la necesidad de alimentos está llegando como la película de Toy Story "al infinito y más allá!!!"

Pero no puedo dejar de pensar en este nuevo sistema de tortura psicológica y física en la que el régimen ya en el pasado sometió a miles de manifestantes y de la cual fui testigo en mi Estado de muchas que me partieron el corazón y me hicieron entender que la misma se convertiría en el brazo ejecutor de este régimen abusivo que ya no encuentra límite a su poder de destrucción.

Ver y oír todo a lo que ha sido sometido nuestro amigo y compañero, el diputado Juan Requesens, quien secuestrado e incomunicado de toda posibilidad de defensa, ha sido sometido a una tortura pavorosa y real de lo que jamás hubiese podido imaginar sería capaz de atentar este régimen. Pues la tortura en la persona del Diputado Juan, no es otra que el símbolo de la propia tortura a la falta de institucionalidad que él representa, y al país mayoritario que votó históricamente por ella y su defensa.

Hoy el régimen propicia mas allá de la tortura común a un ser humano, que ya sabemos no es la primera, el sometimiento psicológico y existencial de todo un país; debilitado por la lucha que significa sobrevivir en Venezuela.

Y tengo que confesar con el mismo dolor que vi ayer arder parte del gigante maracucho, en el corazón de su estructura, ese rechinar del hierro y el olor insoportable del pavimento quemado y ardor del humo negro de su existencia, sentir lo mismo ante las imágenes dolorosas de un joven luchador, envestido de una autoridad única y sagrada, haya sido sometido, tras el hierro de sus secuestradores, al despojo de su propia dignidad humana, y someterlo a quien sabe cuantas y que tipo de torturas más. La misma impresión y dolor de la analogía del sufrimiento del gigante del lago Zuliano.

No hay derecho!... No hay respeto!... 
Se perdió la dignidad y humanidad!!!

Yo hoy quiero alzar con un grito esperanzador mi voz, y recordar como rezan esas escrituras sagradas del antiguo Evangelio en un Salmo esperanzador que recuerda al pueblo escogido: "el Señor levantará lejos su yugo y como vara de alfarero doblará su poder..."

Fuerza amigo y compañero Juan!!! El país hoy sufre tus heridas y llora tú dolor , y también aprende a entender que no podemos seguir viviendo entre torturas...!

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