Desobedecer significa no obedecer, simple. Lo complicado de la desobediencia, que es una actitud normal en infantes, adolescentes y rebeldes, es cuando a la palabra desobediencia le sumamos la palabra civil, y convertimos ambas palabras en un arma política motivada a desconocer a aquellos que gobiernan para si mismos.
Esa desobediencia civil debe atender algunas pautas y procesos para que sea efectiva. Primero, debe ser intrínsecamente reconocida por quienes la predican y practican, o sea, debes como persona que ejerce tus derechos civiles creer lo que dices, lo que afirmas y lo que haces. El primer cambio es actitudinal en lo personal.
Segundo, debes propiciar la colectivización de la desobediencia, dicho de otra manera, necesitas sumar mucha gente a tu causa, lo que implica un trabajo inmenso, convencer a miles... ¡Ya éste trabajo está adelantado!
Tercero, debes organizar y coordinar las estructuras civiles que actuarán en el proceso de la desobediencia civil, que como todo proceso no es ni mágico ni inmediato. Requiere un inmenso esfuerzo y un liderazgo claro y comprometido con la causa.
Cuarto, estás obligado a proceder, a actuar bajo tres principios fundamentales, UNIDAD, PLANIFICACIÓN Y DISCIPLINA NO-VIOLENTA. Actúas, evalúas los resultados y continuas, repitiendo el ciclo. Las luchas civiles no se ganan usando tácticas únicas, ni usando la defensa como principio único. Debes actuar en contra de tu adversario, ilegitimado por su ejercicio, golpearlo, cansarlo, debilitarlo... de ahí lo estratégico, requiere un grupo de personas pensando que hacer, alineados en un plan, coordinando las acciones y el uso de los recursos.
Cuando logras una victoria, diafrútala, has que los demás se embriaguen con tu alegría... pero como toda celebración, cuida los tiempos, los costos, el momento y la forma. No permitas que las campañas del adversario en medio de tu celebración conviertan tu fiesta en funeral... maneja bien la información y no permitas que la desinformación penetre y afecte a tus activistas.
Las luchas No-Violentas implican manejo de emociones, como proyectarlas, como hacer que fluyan e incentiven al colectivo, al montón de gente que necesitas es vital... la racionalidad y el análisis dejáselo a los que dirigen, a los que lideran. Tu trabajo como activista es tu aporte... que sumado al de otros y multiplicado por miles mitigará el miedo, que es la principal herramienta de tu enemigo.
Una vez que tu logras que tu adversario se ilegitime, o profundice su proceso de ilegitimación, debes negarle por encima de todo su reconocimiento, pues este le confiere la autoridad ya perdida... el reconocimiento a un funcionario es conferido (dado) por la gente. "El poder proviene del pueblo, de la gente que decide obedecer" (Gene Sharp)... cuando la gente decide no obedecer en lo colectivo y lo sostiene, insiste, persiste, es cuestión de tiempo para que quien gobierna termine sin empleo, en una habitación con barrotes o huyendo.
Y recuerda, desobedecer significa no o-be-de-cer... Si la Asamblea Nacional dijo que el hombre aquel "abandonó el cargo", no filosofes al respecto, asúmelo en lo interno, y elimina los prefijos a su nombre, es solo un hombre, ahora sin cargo formal.
No le des espacio al desanimo, trabaja en tus emociones, proyecta esas emociones positivas y constructoras de #Cambio a tus vecinos, amigos familiares, compañeros de trabajo. Siente el #Cambio, sueña con el y dibuja tus sueños en papel, para que otros los pueden ver, sentir y compartir. Es una lucha de muchos que creemos en en esa #Venezuela posible... Somos Mayoría, como afirma Maria Corina.
¡Que Dios Bendiga a Venezuela!
Alexander Acosta Guerra
Siendo las 19:24 de un 16 de enero de 2017
Corregido y republicado el 26 de septiembre de 2017
Artículo original: http://aaag1969.blogspot.com/
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